Crecimiento poblacional y mala planeación urbana ocasionan desabasto de agua en la ZMG
El crecimiento de la población que hace cada vez más insuficientes los recursos hídricos disponibles, el desperdicio de los mantos acuíferos, la ineficiente planeación urbana, y la época de estiaje, son algunas causas del desabasto de agua que sufren algunas colonias de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
Así lo señaló el doctor José Antonio Gómez Reyna, asesor del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo (CEED), de la Universidad de Guadalajara, a propósito del Día Mundial del Agua, que se celebra este 22 de marzo.
El también integrante del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua, destacó algunas de las causas de desabasto que aquejan actualmente a alrededor de 60 colonias de la ZMG.
Fuera de la época de estiaje, el abastecimiento normal de agua no es suficiente, ya que se ubica entre los 9.5 a 10.5 metros cúbicos del líquido por segundo, cuando debería de ser de 14 a 15 metros cúbicos por segundo para los cinco millones de habitantes que tiene la ZMG, aproximadamente, dijo.
Detalló que 60 por ciento del agua que llega a la ciudad proviene del Lago de Chapala; poco más de 30 por ciento de los pozos y el resto (alrededor de medio metro cúbico por segundo) de la Presa Elías González Chávez (La Zurda-Calderón), construida en 1991.
Subrayó que dicha presa se planeó para abastecer entre tres y cuatro metros cúbicos, pero que no ha dado más de medio metro cúbico por segundo. “Está mal calculada esa presa, ya que se suponía que iba a llover más y por ende sería mayor la cantidad de agua captada, pero resulta que no se cumplió ese pronóstico”, agregó.
Referente a los pozos, dijo que se les extrae más agua de la que captan, sobre todo en temporada de lluvias. En consecuencia, se tienen que hacer cada vez más profundos.
Otro problema es que el agua de algunos mantos acuíferos de la ciudad se desperdicia al tirarla al drenaje sin haberla utilizado.
En otras partes desvían al drenaje el agua para evitar daños a la ciudadanía. Se trata de áreas de recarga de los mantos acuíferos, pero al ponerles concreto se convirtieron en zonas de inundación.
En la ZMG y área conurbada hay alrededor de 300 zonas de inundación. En cerca de 150 de éstas hay obras de alejamiento para que desemboque el líquido en el drenaje, en lugar de que haya programas bien definidos para utilizarlo o reinyectarlo a la ciudad.
Se trata de agua que se podría utilizar, lo que resulta contradictorio con el hecho de que se quiera traer agua de otras partes; además, implica una falta de visión a corto y largo plazos.
Por otro lado, es escaso el tratamiento que se da al agua utilizada para aplicarla a otros procesos que no requieran una pureza específica del líquido, como para jardinería o para el baño.
El especialista destacó que apenas 3 por ciento del agua se trata y reutiliza en la ZMG.
Gómez Reyna consideró que es urgente controlar el tamaño de la ciudad y la densidad poblacional, ya que cada vez son más los habitantes de esta urbe y se siguen otorgando permisos para hacer construcciones verticales y fraccionamientos nuevos, sin tomar en cuenta si existe la capacidad de dotarlos de agua.
Resaltó, también, la necesidad de respetar las zonas de recargas hidrológicas, al grado de ser prioritarias y más importantes que los intereses mobiliarios, además de articular un programa de reutilización del agua.
Puntualizó que para que la ciudad tenga más agua requiere de lluvias abundantes y que Chapala esté en su máxima capacidad, pero hoy está en poco más de 50 por ciento.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 21 de marzo de 2018
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Abraham Aréchiga
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