Incendio en la primavera afectó ocho por ciento del área natural protegida: especialista de la UdeG

El investigador del CUCBA pidió establecer controles para el fuego empleado por los agricultores

El reciente incendio registrado en el Bosque La Primavera, en la zona del Cerro de San Miguel, afectó a mamíferos pequeños, anfibios y reptiles, lamentó el investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la UdeG, biólogo Carlos Félix Barrera.
 
Puesto que las comunidades de fauna local como roedores y víboras, entre otras, por lo general no tienen la oportunidad de escapar del fuego, son consumidas, esto reduce sus poblaciones y puede repercutir en el adecuado y sano desarrollo del bosque, añadió el académico del Departamento de Ciencias Ambientales del CUCBA.
 
Algunas funciones de la fauna son: aves y roedores son dispersores de semillas y polinizadores; en tanto que reptiles y anfibios contribuyen a la microfauna del suelo y, por ende, en su calidad; también hay controladores de plagas. Ante lo cual es necesario realizar un estudio para conocer el impacto, subrayó.
 
El Bosque La Primavera “es muy joven todavía en términos de desarrollo evolutivo; los suelos se están conformando, lo mismo que la materia orgánica; no hay un desarrollo tan intenso, pero la presencia de las especies que están ahí (fauna y flora) son los motores para que el bosque se siga desarrollando”, de lo contrario podría desaparecer, advirtió.
 
Félix Barrera dio a conocer que el siniestro, que inició el 10 de abril y fue controlado dos días después, afectó a alrededor de dos mil 400 hectáreas del bosque. Estimó que el área quemada representa ocho por ciento del Área Natural Protegida. Del total de hectáreas afectadas, alrededor de 511 fueron de bosque pino-encino; mil 814 de encino-pino y 161 de zonas agrícolas, dijo.
 
Planteó asimismo que en la zona siniestrada los árboles están un tanto separados entre sí, por lo que se afectó más el pastizal y la hojarasca.
 
Además, los combatientes del fuego controlaron a tiempo lo que pudo haber sido un daño mayor por las condiciones como ráfagas de viento y gran cantidad de combustible en la zona: “Nos fue bien, pudo haber sido más grave”, resaltó.
 
El investigador planteó la necesidad de estudiar si es necesario establecer o no quemas periódicas en el bosque, así como controles para el fuego empleado por los agricultores. También se deben de determinar las condiciones de la materia orgánica para prevenir incendios y una mayor organización y comunicación entre las brigadas que protegen a este espacio natural.
 
Campo Experimental Bosque-Escuela de la UdeG
De acuerdo con el encargado de este espacio, doctor Antonio Rodríguez Rivas, aún no tienen datos sobre la superficie quemada en el Bosque-Escuela de la UdeG. Reconoció que sí hay afectación, pero no es de la magnitud que pudiera ocasionar la muerte del arbolado, por lo que sólo fue un incendio superficial.
 
Informó que en breve, académicos y estudiantes del CUCBA y del Departamento de Madera, Celulosa y Papel, adscrito al Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), visitarán este campo experimental a fin de conocer los impactos.
 
 
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 13 de abril de 2018

 
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Cortesía