El libro impreso se mantiene fuerte, a pesar de los embates de la revolución tecnológica
A pesar de las advertencias apocalípticas sobre el fin del mundo del libro impreso y de las librerías, que han surgido desde hace más de dos décadas, debido a la revolución tecnológica, lo cierto es que las publicaciones físicas se mantienen vigentes, expresó Antonio Ramírez, quien desde hace varias décadas ha sido responsable de librerías y desde 1985 radica en Barcelona.
En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) y al participar en la conferencia De hormigas y titanes: vender libros en nuestra(s) lengua(s): matices y perspectivas, en el marco del Foro Internacional de Libreros y el Encuentro de Librerías y Editoriales Independientes Iberoamericanas "Otra Mirada", Antonio Ramírez destacó que hoy en día, al menos en nuestro contexto, el libro digital no representa más de un 5 por ciento de las ventas totales y esto es ya una verdad consolidada, que se ve difícil que cambie de una manera radical.
“Se ha mostrado muy resistente, muy firme, mientras todo lo demás alrededor cambia. Yo he hecho una lista de cuáles eran esas predicciones apocalípticas, la primera era que todo el mundo de la editorial y las librerías acabarían en manos de unos grupos grandes internacionales, que no dan pie a las librerías o los proyectos independientes o clásicos y aunque sí han tenido un efecto estos grupos, al mismo tiempo han proliferado las editoriales independientes”, apuntó.
Recordó que en la actualidad se dice que la inteligencia artificial, especialmente la llamada inteligencia artificial generativa, va a sustituir a todos los que son ilustradores e incluso algunos escritores.
“Ya veremos, por lo menos tenemos el derecho a ser escépticos en vista de lo que ha ocurrido con las anteriores premoniciones porque es un hecho, en España en estos últimos 10 años, las cifras hablan de un crecimiento del 30 por ciento de la venta de libros. De hecho después de la pandemia, hay un crecimiento bastante fuerte de todo el sector en su conjunto y las librerías independientes, conservan una cuota de mercado importante y fundamental”, señaló.
Natalia Miranda librera y editora con una trayectoria de más de 20 años y promotora de las librerías de barrio en la periferia de Buenos Aires, Argentina, al hacer una analogía entre las hormigas y los libreros señaló que ambos son eficientes sobre todo en la construcción de conocimiento, son entusiastas y saben vivir en comunidad.
“Los libreros estamos estrechamente unidos y si no lo estamos, hay que ponernos a trabajar para hacerlo. Es importante que construyamos la memoria librera, tratando de diferenciarnos del algoritmo, nosotros no somos algoritmo, nosotros somos memoria de construcción comunitaria en nuestros lugares de origen”, apuntó.
Destacó la importancia de las librerías de barrio y la diferentes estrategias que deben implementarse para sobrevivir y atraer a la gente a estos espacios, generando buenas experiencias de vida y de servicio.
César Aguilar, quien ha sido Gerente General del Fondo de Cultura Económica en Guatemala y Bogotá, así como Gerente de Proyecto de la librería Arnaldo Orfila Reynal, en Buenos Aires, expresó que cada librería debe ser un lugar donde se estimulen todos los sentidos.
“Desde la disposición de los libros, el ambiente general, y cuando hablo de los cinco sentidos es que la librería tiene que sonar bien, tiene que oler bien, se tiene que ver bien, tiene que saber bien y tiene que sentirse bien. Siempre debemos estar atentos a las necesidades y preferencias de los clientes, estar en sintonía con lo que está pasando en el mundo del libro, no sólo en redes sociales, sino también en otros canales’, indicó .
Debe defenderse el derecho a la lectura
Leer es un derecho que se debe proteger desde las instituciones públicas, es necesario preservar el acceso a la lectura más allá de las corrientes y tendencias comerciales, y en ese sentido se debe reconocer el papel esencial que desempeñan las librerías y las editoriales independientes, expresó Jesús González, Subdirector General de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas del Ministerio de Cultura de España, en su discurso durante la inauguración del foro.
“Son verdaderas fortalezas que nos protegen de nuestros propios algoritmos, y que hacen llegar a nuestras manos, esa obra, que sin saber de su existencia, puede hacernos cambiar el modo de entender el mundo”, señaló.
Relató que tal y como afirma la escritora Irene Vallejo, la decisión de leer es al fin un acto de insobornable libertad y gracias a las colaboraciones como estos foros se enriquecen las bibliotecas con lecturas inesperadas y se crece de la mano de las palabras.
Verónica Mendoza, directora de la Librería Carlos Fuentes de la Universidad de Guadalajara (UdeG), destacó que este foro se ha convertido en uno de los más importantes de este sector.
“Espero que con este doble encuentro se logre el objetivo que pretendemos de analizar el presente de las relaciones editoriales entre México, España y América Latina, platicar, pensar juntos el futuro y contribuir a la creación de redes permanentes de colaboración cultural, social y económica, durante tres días tendremos mesas, debates, conferencias, talleres y espacios con los que conoceremos experiencias de libreros y editoriales”, precisó.
Por su parte Armando Montes de Santiago, quien desde hace 18 años trabaja en el comité organizador de la FIL, dijo que este doble encuentro bajo el tema Dos orillas, un océano, múltiples acentos, será sin duda, una celebración de la rica, diversidad y del encuentro entre las comunidades editoriales de Iberoamérica y España.
“Se han consolidado como puntos de referencia para el sector del libro, reuniendo a libreros, editores, distribuidores y profesionales, prácticamente de todo el orbe con el objetivo principal de fortalecer las relaciones editoriales y culturales entre nuestra regiones al tiempo que fomenta la generación de redes de colaboración permanentes”, indicó.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“30 Años de la Autonomía de la Universidad de Guadalajara y de su organización en Red”
Guadalajara, Jalisco, 1 de diciembre de 2024
Texto: Laura Sepúlveda Velázquez
Fotografía: Abraham Aréchiga
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