Síndrome de piernas inquietas, un padecimiento subdiagnosticado
El síndrome de piernas inquietas es un cuadro que se puede dar de manera esporádica o de manera hereditaria, y consiste en sensaciones molestas o dolorosas en las piernas, e incluso brazos, que puede ser asimétrico y afectar nada más una pierna o un brazo.
Estas sensaciones pueden ser: calambres, piquetes, ardores, hormigueos, entumecimientos, cuando la personas están en reposo y se presenta por lo general entre las doce de la noche y las tres de la mañana, lo que lleva a quien lo padece a la urgencia de mover la extremidad afectada, levantándose a caminar, a hacer movimientos, a aplicar masajes, duchas de agua tibia, explicó el encargado de la Clínica de Movimientos Anormales y Enfermedades Neurodegenerativas del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, doctor Carlos Zúñiga.
Compartió que este padecimiento es habitual y se calcula que a nivel mundial entre 15 y 20 por ciento de la población lo padece y no lo sabe, e incluso hay zonas endémicas como la República Checa, donde se ha reportado que hasta 29 por ciento de la población lo tiene.
“Es uno de los trastornos del movimiento más frecuentes en todo el mundo; sin embargo, está subdiagnosticado. Hacer el diagnóstico es todo un reto, puesto que la persona afectada no sabe describir exactamente qué le sucede y el médico no está habituado o familiarizado con este síndrome para estarlo preguntando, y al no haber este tipo de interrogatorio por parte del médico y si el paciente no lo sabe describir, o inclusive lo cataloga como algo normal, pasa muchas veces inadvertido en la consulta médica”, relató Zúñiga.
Las causas
Éstas pueden ser neurológicas y no neurológicas. A finales de los años 60 un médico sueco relacionó que las mujeres embarazadas y los pacientes con insuficiencia renal desarrollaban esta sintomatología, de ahí se concluyó que la deficiencia de hierro puede llegar a ser una de las causas principales, informó Zúñiga.
“Hay causas neurológicas como la enfermedad de Parkinson, pero se puede llegar a ver en otro tipo de patologías como Alzheimer, comprensiones radiculares en la médula espinal, la lista es muy grande; y las causas no neurológicas, la insuficiencia venosa periférica, hipertensión arterial, enfermedades tiroideas, diabetes mellitus, entre muchas causas”, dijo.
La intensidad puede ser leve, moderada o severa, y la frecuencia puede variar a presentarse un episodio una vez al mes o presentar síntomas todas las noches. Esto va a depender de la causa y del individuo, ya que si hay una compresión de una raíz espinal a nivel lumbar puede llegar a ser muy intenso este síndrome y se va a presentar diariamente; o si es un paciente diabético descontrolado, puede ser intenso.
“Habrá enfermedades donde, dependiendo de la magnitud o de la etapa en la que se encuentra, esto puede ser de una intensidad o de presentación leve e infrecuente a una intensidad severa y con mucha frecuencia”, agregó.
Aunque no existe una cura, Zúñiga explicó que hay opciones de tratamiento que dejan sin sintomatología a la persona afectada, ya que existen medicamentos de vida media larga de liberación extendida, con lo cual desaparecen los síntomas.
Qué tipo de enfermedades propician el síndrome
- Anemia por deficiencia de hierro.
- Elevación de los azoados; de glucosa, si es hipertenso descontrolado.
- Problemas tiroideos.
- Várices.
- Hernias de disco.
“La recomendación es que si hay estas situaciones molestas tienen que acudir con un neurólogo y describir estos síntomas para que pueda hacer el diagnóstico, un abordaje y empezar algún tipo de tratamiento acorde con los síntomas que está presentando”, concluyó.
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Texto: Laura Sepúlveda
Fotografía: Gustavo Alfonzo
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