Plantean dilemas medioambientales y conflictos ecológicos por medio del cine

En el panel “Medio ambiente, sociedad y cine”, en el FICG 40, el director Max Keegan refirió el trabajo detrás de la película “The shepherd and the bear”

En Los Pirineos un pastor, en la última etapa de su vida, busca un reemplazo para que cuide a su rebaño de los osos, que fueron reintroducidos en el hábitat, poniendo en riesgo los oficios tradicionales de la región y enfrentando, una vez más, al ser humano contra la naturaleza.

 

Ese es el dilema planteado en la película The shepherd and the beardel director Max Keegan, quien discutió detalles sobre la filmación de este largometraje en el panel “Medio ambiente, sociedad y cine”, en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG); el filme forma parte de la selección de la competencia del Premio de Cine Socioambiental.

 

La película plantea la idea de reintroducir al oso pardo en los Montes Pirineos; sin embargo, a pesar de que la propuesta busca atraer un beneficio para el ecosistema, su presencia también es riesgosa para los rebaños de la zona, los cuales son el sustento de varios pastores de la región.

 

Además de la problemática que se presenta en el filme, el director dijo que atravesó por otras complicaciones al momento de filmar, por ejemplo, la relación que se creó con los protagonistas y la naturaleza, o las complejidades de la geografía y el clima en Los Pirineos.

 

“Es realmente complicado filmar a alguien con quien eres profundamente cercano y sólo sentarte ahí, sin ningún tipo de emoción o apoyo que ofrecer, sólo filmar; pero tienes que darte cuenta de que ese es tu trabajo y estás ahí para ese momento y así capturar esas emociones de la realidad”, refirió.

 

The shepherd and the bear también ofrece una oportunidad de conocer las tradiciones de la vida rural, y de esta manera generar empatía con otras regiones y su interacción con la naturaleza, dijo.

 

“Es muy relevante ver las tradiciones en las comunidades, al mismo tiempo que sus dificultades ecológicas, porque de otra manera es difícil de entender ese estilo de vida para alguien que vive en la ciudad”, aseveró.

 

Agregó que en su película no sólo muestra el conflicto natural entre el oso y el pastor, sino que también refiere a un enfrentamiento entre lo que representa la supervivencia de la agricultura y la ganadería de los pueblos rurales en Los Pirineos contra la idea citadina de fomentar el desarrollo en la región.

 

“Estas personas no odian necesariamente al oso, ellos odian la situación que los ha puesto en ese lugar; ellos odian la idea de esta especie de fuerza moral externa que les dice cómo irse de esos lugares que les han pertenecido por mucho tiempo”, puntualizó.

 

El Director del Museo de Ciencias Ambientales (MCA) de la UdeG, doctor Eduardo Santana Castellón, resaltó que debe de haber una renovación en la perspectiva de las personas para generar conciencia del cuidado de los ecosistemas.

 

“Por eso son tan importantes las películas, porque todo entra por las emociones antes que por la lógica, y, a través de eso, informándose se pueden hacer cambios colectivamente, pero empezando desde su casa”, precisó.

 

Indicó que ejercicios como el Premio de Cine Socioambiental, que coorganiza el FICG y el MCA, sirven como escaparates para debatir las problemáticas medioambientales del planeta y así enviar mensajes acerca del desgaste de la naturaleza y el consumo desmedido de recursos naturales.

 

 

Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 12 de junio de 2025

 

Texto: Prensa UdeG
Fotografía: Gustavo Alfonzo