Ibargüengoitia y el sueño juvenil cumplido del cineasta Luis Estrada

A Luis Estrada, cuando era adolescente, le aplicaron el “nunca conozcas a tus ídolos”. Resulta que visitó el rodaje de la película Maten al león, adaptación del libro del mismo nombre, escrito por el guanajuatense Jorge Ibargüengoitia y dirigida por su padre, el cineasta José “El Perro” Estrada. Lo saludó y luego luego lo ninguneo: “Ah, muy bien ‘Perrito’”, le dijo.

“Lo conocí sólo diez minutos a Ibargüengoitia, un señor muy serio, muy malhumorado”, contó Estrada este domingo durante la charla “Ibargüengoitia en la visión cinematográfica de Luis Estrada: estilo, sátira y narrativa”, realizada en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

Sin embargo, el desdén del reconocido escritor no significó que Luis Estrada no se interesara por sus obras, pues asegura que “Ibargüengoitia es humor y rudeza, quizás así se resume la realidad mexicana que ocurría en el siglo pasado, y hoy también”.

En dicha mesa también estuvieron el actor Alfonso Herrera; la Directora de Business Affairs Latam de Netflix, Daniela Fregoso y el escritor Antonio Ortuño, para hablar del proceso de creación de la miniserie Las muertas, que es la adaptación del libro homónimo de Ibargüengoitia y que ha resultado un éxito en la plataforma de streaming.

Dicha historia es una adaptación de los casos reales de mujeres asesinadas por las Poquianchis, las hermanas González Valenzuela que operaban burdeles en Guanajuato y Jalisco, y que sorprendieron a la sociedad mexicana mediante la prensa sensacionalista.

“Me volví un fan declarado de su literatura. Cuando en 1977 apareció Las muertas yo corrí el primer día y compré en la librería la primera edición, y cuando cerré la última página, me dije: ‘Algún día quiero hacer esta película’”.

“Lo intenté hacer desde hace mucho. Mi primera película fue en 1988, y desde entonces traté de conseguir los derechos de la obra, pero siempre la respuesta era que no estaba disponible”, contó Luis Estrada.

Su sueño de adaptar el libro llegó cuando Netflix consiguió esos derechos, contó Daniela Fregoso: “Cuando Netflix adquiere los derechos de Las muertas, la idea era adquirirlos para que Luis Estrada hiciera la adaptación en una película”.

“Cuando él empieza a trabajar en la adaptación nos plantea la posibilidad de que sea una serie para que no se pierda el hilo narrativo del libro. Al final, Luis se terminó chutando 22 semanas de filmación”, compartió.

“Con Las muertas pagué la deuda de un sueño juvenil de hacer la adaptación. Hicimos más de 250 sets diseñados de época. Hay más de 170 actores que hablan. Trabajaron más de cinco mil personas. Fue un éxito muy importante para la plataforma de Netflix, lo que nos va a permitir seguir trabajando juntos”, recalcó Luis Estrada.

El escritor Antonio Ortuño reconoció que Ibargüengoitia empata totalmente con la obra fílmica de Luis Estrada, “que es el director que más llena las salas de este país”, y eso hace que la gente mantenga el interés por historias que fueron escritas en el siglo pasado.

Añadió que, con Las muertas, Ibargüengoitia encontró el humor absurdo en lo delirante de la realidad mexicana “que combina tragedia y comedia”.

Alfonso Herrera, quien interpretó a Simón Corona, el panadero de El Salto de la Tuxpana de Las muertas, contó que la forma de trabajar con Luis Estrada requiere muchos ritmos. “La primera vez que trabajé con Luis en La dictadura perfecta me di cuenta que es un director con personajes con un filo que corta durísimo en las pantallas, y cuando lees a Jorge Ibargüengoitia ese mismo filo está ahí”.

Añadió que para crear la interpretación del personaje de Simón, “hubo un rasgo valioso, que es que se parecía a Pedro Infante, lo que lo ayudó a adaptarlo. Pero en el fondo era cobarde, víctima, no se responsabilizaba, había una contradicción. Algo lindo en la construcción de los personajes es la contradicción, que son las que nutren y hacen que los personajes sean tridimensionales”.

Atentamente: 
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 30 de noviembre de 2025

Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía: Edgar Campechano Espinoza