Jardines, refugios para que florezca la ciencia y la literatura
Los jardines no sólo son espacios para cuidar plantas y flores, sino que a lo largo de la historia se han convertido en refugios en los que la ciencia y la literatura han encontrado un fértil campo para desarrollarse.
A esta conclusión llegaron especialistas en botánica, divulgación y literatura en la charla “Las letras del jardín”, con la que la 38 Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) dio por inaugurado su programa de FIL Ciencia 2024.
Durante este encuentro, la divulgadora de ciencia, María Emilia Beyer; la botánica Susana Magallón y la escritora Luci Romero coincidieron en que los jardines y las flores han sido protagonistas en el arte, pero al mismo tiempo representan un objeto de estudio que sigue fascinando a las personas.
“Es una mirada pocas veces transitada. Esta unión de las artes con la ciencia, donde el jardín, la botánica y el ecosistema por sí mismo sea a la vez paisaje, contenedor, continente y provocador, de repente se encuentre con facilidad y la FIL nos permite estos mundos mágicos”, mencionó Meyer.
Luci Romero recordó que las mujeres han sido las principales protagonistas en el cuidado de los jardines de flores y en épocas anteriores el estudio de las plantas era una de las tareas orientadas hacia el sexo femenino.
“La botánica se consideró una disciplina adecuada para el sexo femenino porque era virtuosa y pasiva. Pero si consideramos el jardín como un espacio de ciencia, conexión con la naturaleza y expresión literaria, podemos encontrar que ha tenido múltiples facetas”, aseveró.
Gracias al estudio de las plantas, las mujeres pudieron encontrar una forma de resistencia ante las limitaciones de otras épocas, transformándolos en espacios de autoformación y autonomía, añadió Romero.
“El jardín es metáfora, es inspiración, es escenario de muchas narrativas y metáforas en la literatura. Desde que leo de naturaleza y jardines siempre me ha llamado mucho la atención que son tanto un refugio simbólico como real, sobre todo en un mundo donde las mujeres que escribían sobre el jardín eran voces restringidas”, dijo.
Susana Magallón, Directora del Instituto de Botánica de la UNAM, resaltó la importancia de los jardines botánicos como albergues de diversidad, conocimiento y fuentes de estudio, y rememoró que durante su época estudiantil recurrió a estos espacios para poder completar sus investigaciones en botánica.
Mencionó el caso del Jardín Botánico de la UNAM, un espacio que por más de 65 años ha albergado especies de plantas de todo México y que sirve como un lugar educativo, divulgativo y de investigación en Ciudad de México.
Bromeó al decir que cada jardín botánico tiene una persona única debido a las condiciones en las que se desarrolla, pero insistió en que son oasis para que la sociedad y las y los especialistas puedan encontrar y desarrollar la curiosidad por las plantas.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“30 Años de la Autonomía de la Universidad de Guadalajara y de su organización en Red”
Guadalajara, Jalisco, 30 de noviembre de 2024
Texto: Pablo Miranda Ramírez
Fotografía: Abraham Aréchiga
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