Globalización ha puesto a los escritores en la disyuntiva de apegarse al mercado o seguir su propia voz creativa
Los escritores contemporáneos están en el dilema de seguir la corriente del mercado literario que impone la globalización o rebelarse contra la banalización que supone tener cierto éxito; en esto coincidieron autores reunidos en la mesa “Las literaturas nacionales frente al mundo”, realizada en la III Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, que tiene como sede el Conjunto Santander de Artes Escénicas, de la Universidad de Guadalajara.
El narrador español Antonio Soler afirmó que la llamada “cultura de masas” ha generado una nueva demanda cultural y arrastra al escritor a desempeñar un nuevo papel, en el que tiende a hacerse homogéneo y a banalizarse para poder encajar y abarcar el mercado literario.
“Ahí, ¿cuál es el papel del escritor? Seguir la corriente y sumarse a ella para tener un cierto reconocimiento, un éxito, porque es la conducta normal, o rebelarse como individuo e intentar manifestarse contra corriente, imponer su voz personal frente a ese mundo homogéneo y banalizado donde el arte se convierte en producto de consumo de masas”, aseguró el autor de Sur, obra con la que logró ser uno de los finalistas del III Premio de la Bienal de Novela Mario Vargas Llosa.
El ensayista mexicano y Director de la Academia Mexicana de la Lengua, Gonzalo Celorio, dijo que la globalización no debe de ser confundida con el concepto de universalidad, que implicaba “valores paradigmáticos y canones”; en cambio, la primera tiene otros elementos negativos como el alto grado de comercialización que suele predominar en las expresiones literarias y que puede ser peligroso para los escritores.
“Por un lado está la gran ventaja de que los escritores se conocen entre sí, tienen una mayor posibilidad de ser difundidos, conocidos y traducidos en otros ámbitos, incluso ajenos a su lengua; pero, por otra parte, pueden también subordinarse a normas de mercado para garantizar un éxito más o menos fácil, quizás perecedero pero eficaz, que está dictado por factores extra literarios”, subrayó.
El escritor mexicano Jorge Volpi agregó que la globalización, con su ideología liberal, provoca que el centro siempre va a las periferias y, sin embargo, las periferias no se comuniquen entre sí. En el mundo literario la globalización plantea ciertos modelos que vienen de los países más predominantes y que se replican en todos lados, mientras que es más difícil que las diferencias culturales de un país periférico puedan llegar a los demás.
“La globalización es muy desigual por eso, siempre va con un contenido central que tiende a la homogeneización de ciertas formas de contar, de ciertos contenidos y, por supuesto, en nuestra época de la sociedad del espectáculo, de la inmediatez. Frente a eso siempre ha estado la gran rebeldía de los escritores. Si algo caracteriza a la gran tradición novelística tiene que ver con esa voluntad de oponerse a esas tendencias dominantes de la época”, afirmó.
Volpi y Celorio coincidieron en que, debido a estas condiciones de mercado, la tradición de la literatura latinoamericana no existe más con la potencia que la caracterizaba durante la época del boom latinoamericano, pues ha sido rebasada por los escritores de habla inglesa que son impuestos por las editoriales y popularizados por las generaciones más jóvenes.
“Puede sonar sacrílego, pero Latinoamérica ya pasó de moda, es algo muy fuerte que hay que señalar con toda honestidad. La literatura latinoamericana era el tema fundamental en las décadas de los años 60, 70 y 80, pero ahora la literatura ha pasado a ser una especie de configuración abstracta, teórica, porque ya no existen estas grandes obras del ensayo o la novela latinoamericana”, denunció Celorio.
“La literatura latinoamericana ya no existe como existió hasta la generación de Roberto Bolaño. El momento más claro fue el momento del boom latinoamericano, cuando realmente la formación literaria de los escritores de América Latina se hacía leyendo a los escritores latinoamericanos de los otros países, y esto en las últimas generaciones prácticamente ha desparecido; los escritores más jóvenes leen lo que llega a través de las corrientes centrales de la globalización, que son autores traducidos del inglés”, recalcó Volpi.
La III Bienal de Novela Mario Vargas Llosa continuará este miércoles con la presencia de autores iberoamericanos, reunidos en diversas conferencias y mesas de diálogo.
A t e n t a me n t e
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 29 de mayo de 2019
Texto: Mariana González
Fotografía: David Valdovinos
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