Homofobia permea en infantes por información errónea sobre la diversidad sexual

Maestra del CUSCH analiza razonamientos de la discriminación por orientación sexual en estudiantes de primaria

¿Quién no recuerda al compañero de la escuela del que se burlaban por ser afeminado o quizá, de la niña que prefería jugar futbol que a las muñecas? Desde niños, la discriminación por condición sexual es normalizada y legitimada en los grupos sociales donde se convive; por ejemplo, en la escuela.
 
La curiosidad por conocer las ideas que respaldan la cultura de la homofobia en menores de edad fue lo que llevó a Zariá Casillas Olivares a realizar la investigación “Razonamientos y argumentaciones de niñas y niños sobre discriminación por orientación sexual”; ella es maestra en Ciencias Sociales por el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara.
 
Dicho trabajo se enfocó en estudiar a dos grupos de infantes de 10 y 11 años, cada uno conformado por cuatro niños y cuatro niñas; uno correspondió a estudiantes de una escuela privada y el otro, de una pública. Ambas instituciones, explicó la investigadora, se mantienen en el anonimato con el fin de que se entienda el contexto educativo actual.
 
Casillas Olivares no buscó invadir su espacio personal ni influir en una respuesta específica, por lo que inició el estudio de las conversaciones de ambos grupos a partir de la proyección del cortometraje animado In a heartbeat, cuya trama trata de un niño que está enamorado de otro, pero que teme demostrar sus sentimientos hacia él.
 
“Las respuestas de ambos grupos fueron diversas, respondían que no era normal, pues no se podían reproducir y eso era antinatural. Hubo mucho discusión entre ellos si eso era normal o no; pero también hacían mucho hincapié en los derechos, y que el amor era bueno y que entonces, si dos personas del mismo sexo se amaban estaba bien”, compartió.
 
Con el grupo de la escuela privada, dijo, algunos argumentos eran que las familias estaban conformadas por hombres y mujeres. “Hubo discusión entre si era natural ser homosexual o no, pero también encontré que los niños ya tenían muy claro este tema”, abundó.
 
Términos como “lesbiana”, “gay” o incluso “travesti” ya forman parte del conocimiento de los menores gracias a los medios de comunicación, los contextos donde viven o por su religión, expresó. “Los niños que tienen una formación católica se dan cuenta de que hay una postura en contra por parte de su fe”, subrayó Casillas Olivares.
 
“Los niños del colegio hacían aseveraciones con respecto a su religión, como el hecho de que la iglesia piensa que está mal y que Dios creó al hombre y a la mujer. En la pública hacían mención sobre medios de comunicación y experiencias personales”, describió.
 
Los niños se encuentran en diferentes contextos: familiares, religiosos, sociales o de ambiente y escolares; en este último “es donde es más posible hacer una intervención pública para que se dé información científica sobre la homosexualidad, en el sentido de diversidad humana y faltas de derechos a ese sector”, dijo.
 
Por ello, lamentó que este tema siga siendo un gran tabú para los niños, bajo la idea de que “se les debe proteger. Por ejemplo, el Frente Nacional de la Familia ni siquiera permite que a sus hijos les enseñen educación sexual científica, mucho menos acerca de género y diversidad sexual”.
 
Refirió que aunque en los dos grupos de niños tuvieron posturas homofóbicas, también hubo de defensa. “Los del grupo de la escuela privada tenían razonamientos más abstractos e informativos, de lo aprendido en la escuela; mientras que los de la pública se basaban más en experiencias propias, como el hecho de que conocían a algún vecino o prima, y hacían distinción entre gays y lesbianas”.
 
Casillas Olivares expresó que no obstante que en los grupos sociales se legitima la denostación hacia las personas homosexuales, lesbianas, transgénero y transexuales –incluso a aquellas que tienen expresiones “contrarias” a las tradicionales de un hombre o una mujer–, esas ideas se pueden combatir por medio de la discusión.
 
Fueron los participantes del estudio quienes compartían argumentos entre sí, donde hubo quien estuvo en contra o a favor. Al final imperó en ambos grupos una aceptación de la existencia de la diversidad. “En el colegio se quedaron con la idea de que Dios nos había hecho así y que ser gay seguirá siendo algo más común. En la pública se quedaron con la idea de que si un hombre quiere ser llamado como mujer era válido y que podía pasar”, contó Casillas Olivares.
 
“Ellos solos llegaron a la conclusión de que la homosexualidad no era verdaderamente un problema, ya que existe y nadie puede hacer algo al respecto”; sin embargo, eso no quita que sigan pensando que es algo anormal y que es un motivo de burla.
 
Mencionó que realizar las preguntas claves permite generar discusión e incentivar el cambio de creencias y estereotipos sobre la diversidad sexual.
 
Recordó que entre los 5 y 6 años, los pequeños se dan cuenta de que las personas homosexuales y lesbianas existen, y pese a que la Secretaría de Educación Pública contempla una unidad de diversidad, ésta se centra en culturas originarias y color de piel, pero poco o nada se habla de la diversidad sexual.
 
La investigadora detalló que hay rezago educativo, pues al cuestionar a los profesores sobre si se les enseñaba sobre diversidad sexual a los niños, los del colegio le indicaron que esos temas sólo se tocan en casa; mientras que los de la pública señalaron que sólo enseñan la biología del ser humano, sin abordar preferencias o temas sobre homofobia, misoginia, transfobia y temas de derechos humanos. 
 
“Los niños ya están discutiendo este tipo de temas, y si no hay alguien que esté mediando o que se esté dando cuenta, nos estamos perdiendo de información valiosa, tanto de conocimiento científico como otro tipo de conocimiento que pueda ser aplicado en algún otro momento de intervención para la prevención de discriminación”, declaró.
 
Para conocer a detalle dicha investigación, puede consultarse el sitio http://bit.ly/2QaZzT7
 
 
A t e n t a me n t e
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 17 de mayo de 2019

 
Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía: Jorge Alberto Mendoza