En México, lento el crecimiento de la industria del cine
Para conocer la manera en que se está desarrollando y entender el panorama en el que se encuentra posicionado el cine de nuestro país, el Festival Internacional de Cine de Guadalajara 39 (FICG39) y la Cámara Nacional de la Industria de Cine (CANACINE), llevaron a cabo el panel “Estado actual de la industria cinematográfica en México”, en el que participaron Carlos Gómez (EGEDA); Avelino Rodríguez (CANACINE); Ozcar Ramírez (CANACINE Jalisco); Arturo Tay (CANACINE Puebla) e Inna Payán (Animal de Luz), con la productora de cine Tania Benitez, como moderadora.
El eje central del panel llevó a todos los ponentes a enfatizar que Jalisco ha realizado una gran labor para mantener en incremento la industria cinematográfica a partir de incentivos, apoyos, programas educativos y un gran interés en la creatividad, talento y exposición de lo creado; a pesar de esto, también fueron tajantes en la idea de que es necesario reestructurar las legislaciones gubernamentales para incrementar el apoyo a la industria, atraer inversión extranjera, potencializar los derechos de autor y la propiedad intelectual, así como mejorar los programas de incentivos y cash rebate.
Avelino Rodríguez explicó que la industria ha crecido en proyectos, los cuales muchas veces van ligados a plataformas de streaming, lo cual es interesante ya que permite estudiar a las audiencias y el tipo de material que es consumido.
“Somos el cuarto vendedor de boletos de cine en el mundo con una taquilla de 813 millones de dólares y de acuerdo con algunas cifras, no oficiales, tenemos aproximadamente 11 millones redondeando de suscriptores en una plataforma como Netflix, por ejemplo y estaríamos dentro de los 68 lugares más importantes del mundo. Ese es el tamaño de nuestro mercado, la fuerza de nuestra audiencia”.
Sin embargo, lo que consume la población mexicana es en su mayoría producción extranjera, principalmente estadounidense llevándose casi un noventa y cinco por ciento de la atención de las salas de cine, plataformas y otros sitios en los que se distribuyen películas y cortometrajes; en general, el cine mexicano es visto por un porcentaje muy pequeño (5.39%) del público, lo que explica las razones por las que las cadenas de proyección tengas pocos horarios para cine independiente local.
Arturo Tay explico que para que las propuestas de cine sean mayores y contemplen el interés general de la población es importante que se descentralice la creación y el interés; es decir, que en función de cada región sea el cine, así como la búsqueda de incentivos, programas y oportunidades espaciales para realizarlo.
“El Puebla, CANACINE lleva 11 años, tiempo en el que hemos estado luchando por una ley cinematográfica, por tener incentivos, una comisión de filmaciones, pero de lo que más padecemos es de que los productores y directores que realmente se interesan en mejorar las condiciones terminan por irse a la Ciudad de México y no regresan a trabajar, entonces todos los esfuerzos que hacemos al pedir se diluyen”.
Explico que debe existir una cadena de valores, en donde se contemple las necesidades de cada estado, tal como Jalisco ha hecho en los últimos años, para fomentar a partir de esto los incentivos y propuestas regulatorias a la ley que eviten la migración. Además, añadió que los públicos son diversos y es muy importante entender para qué, con qué fin y hacia donde ira una película.
“Para que la industria funcione hay tres pilares: tener una formación para que la gente sepa hacer películas, un festival para dar a conocer las películas que se están haciendo y una revista cinematográfica especializada, que realmente nos haga una crítica para mejorar como industria”.
Por su parte Ozcar Ramírez expresó que el trabajo realizado en Jalisco ha cobrado impulso en los últimos años, pero que el trabajo para lograr ese resultado se comenzó a hacer hace décadas, sumando personas, modificando acuerdos y jugando con la prueba y error con acciones que funcionan en otras partes del mundo.
“Cuando llegué a Jalisco me tocó el momento en el que comenzó a crecer todo dentro de la industria, donde ya existían incentivos fiscales. En los dos últimos años han pasado cosas que, si no fuera por la colaboración de agentes artísticos importantes, grupos de personas y organizaciones, actores políticos, educación y que el talento joven ha comenzado a crear en lo local, no se hubieran dado las condiciones para que esto existiera”.
Destacó que muchas veces la juventud solo quiere acumular experiencia e irse a la capital, lo que segrega la creación a un espacio pequeño, por fortuna esta idea se ha disuelto debido a la sobrepoblación y se ha comenzado a trabajar en los mismos estados en el que se forman, contemplando los intereses de la localidad, así como las carencias o fortalezas sociales que existen.
“Creo que el ecosistema audiovisual tiene que estar fortalecido en todas sus áreas, no creo que funcione si solo fortalecemos la parte industrial. Pienso que tenemos que unir fuerzas con el sector privado para poder consolidar nuestras ideas y nuestras propuestas para generar políticas públicas que nos fortalezcan”, dijo Inna Payán, y resaltó la importancia de una reglamentación legal en la que se respalden los proyectos culturales, creativos y se brinde forzosamente un presupuesto estatal para la creación del cine.
Añadió que mientras se siga contemplando un 10 por ciento de cine mexicano en todos los medios audiovisuales en horarios de poca visualización, segregándose en cines específicos o disminuyendo el tiempo de exhibición, el trabajo local y nacional seguirá sin ser impactante, seguirá siendo desconocido y con poco ímpetu de crecer para mejorar producciones o engrandecer nombres de personas que solo realizan trabajos de autoría.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“30 Años de la Autonomía de la Universidad de Guadalajara y de su organización en Red”
Guadalajara, Jalisco, 9 de junio de 2024
Texto: Valeria Estefanía Jiménez Muñiz
Fotografía: Abraham Aréchiga
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