Recuerdan el legado científico de la foto “Un pálido punto azul”
Hace tres décadas la sonda Voyager I, el objeto humano que ha llegado más lejos en el espacio, tomó una foto a seis mil millones de kilómetros de la Tierra; la icónica imagen fue llamada “Un pálido punto azul” en referencia a lo diminuto que lucía nuestro planeta y se ha convertido en un referente histórico en la ciencias como la Astronomía.
Para celebrar los 30 años de esta fotografía, el doctor Alejandro Márquez Lugo, profesor investigador del Departamento de Física del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), diálogo con alumnos para explicar el legado de esta imagen y cómo la tecnología que se desarrolló en ese entonces nos ha ayudado a enfrentar problemáticas en la Tierra.
El investigador recordó que la sonda Voyager I fue lanzada en 1977 con la intención de adentrarse en el espacio y recopilar información de astros como Saturno o Júpiter. Al continuar su misión, y al alejarse cada vez más del Sol, el divulgador científico Carl Sagan pidió que el dispositivo diera una ligera vuelta para fotografiar a la Tierra como un punto azul, lo que se convirtió en la representativa imagen.
Sin embargo, la sonda no sólo recopila información, sino que cuenta con un acervo documental sobre distintos aspectos de la Tierra con la finalidad de transmitir esta información a otros seres en caso de encontrar vida inteligente.
Márquez Lugo mencionó que el dispositivo lleva consigo imágenes de las distintas culturas de la Tierra, pero también música como sones jarochos.
“Lo primero que hicimos al salir al espacio es tomarnos selfies, una de ellas es la del Apolo 8, que desde la Luna, tomó una foto de todos nosotros. Una vez que empezamos a buscar cómo funciona el Universo usando las técnicas de Astrofísica llegó un momento en el que dimos la vuelta al telescopio y aprendimos a observar nuestro planeta”.
Márquez Lugo comparó la funcionalidad de dispositivos como las sondas y satélites y los beneficios que ha obtenido la humanidad. Por ejemplo, resaltó que esta tecnología ha sido útil para identificar las corrientes marítimas y así conocer la ruta que siguen los plásticos que son desechados en el mar.
También resaltó que el estudio de la contaminación, las comunicaciones terrestres o la meteorología son resultado de la Astronomía aplicada en la Tierra. Por otra parte, dijo que este tipo de desarrollo tecnológico ayuda también a la detección de exoplanetas o de cuerpos astronómicos potencialmente peligrosos, y todo este trabajo puede ser un punto en común para la colaboración astronómica entre diferentes países.
Esta plática formó parte de las actividades que realiza el Departamento de Física de CUCEI para celebrar los 40 años de la fundación de la Licenciatura en Física de la Universidad de Guadalajara.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara
Guadalajara, Jalisco, 14 de febrero de 2020
Texto: Pablo Miranda Ramírez | CUCEI
Fotografía: Abel Hernández Bernal | CUCEI
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