Presentan “El lector científico. Vida e invenciones de José María Arreola”

El autor del título, el divulgador de ciencia Juan Nepote, rescata las historias de este personaje científico jalisciense del siglo XX, familiar del escritor Juan José Arreola

Se dice que este personaje “predecía” sismos, observaba volcanes y se dormía al andar en bicicleta. A pesar de su brillante trayectoria, poco se ha conocido de él; pero ahora, el divulgador de ciencia Juan Nepote se ha encargado de rescatar sus historias en el libro El lector científico. Vida e invenciones de José María Arreola.
 
Este libro, publicado por la Editorial Universitaria de la UdeG, es el resultado de años de investigación entre historias, escritos y memorias de José María Areola, un personaje nacido en Ciudad Guzmán a finales del siglo XX y familiar de Juan José Arreola, quien se hizo su propio camino con sus asombrosas aventuras descubriendo la ciencia en Jalisco.
 
A través de un rescate de las memorias de este personaje, Nepote nos cuenta las inesperadas hazañas de este “cura réprobo”. Un jalisciense que instaló los primeros observatorios astronómicos en Guadalajara y quien también tenía otros pasatiempos científicos, como observar el comportamiento del Volcán de Colima.
 
“A mí esa frase del ‘cura réprobo’ y la figura de alguien en bicicleta que se quedaba dormido me parecieron sumamente seductoras; entonces, traté de averiguar qué pasaba con este personaje. Mis primeras fuentes tienen que ver con el propio sobrino contando sus experiencias con el tío”, mencionó Nepote en la presentación de este libro en la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz.
 
En la vida de José María Arreola se pueden recordar otros episodios que capturaron la atención de Nepote. Como cuando este científico renunció a la iglesia, cuando apareció en Ciudad de México como un experto arqueólogo que dominaba el náhuatl o como un curioso que manejaba el elemento radio como cualquier cosa.
 
Recordó que José María fue un personaje que luego de separarse de la iglesia buscó regresar a Guadalajara para instalarse como docente, una labor que llevó a cabo impartiendo clases de física, química, e incluso astronomía.
 
Además de que tomó como misión personal que la gente lo dejara de llamar “padre”, en referencia a su antiguo oficio y lo empezaran a llamar por su nombre. Nepote cree que la vida de José María Arreola aún no se termina de contar, y no descarta que este científico jalisciense pueda dar para escribir más historias en torno a los descubrimientos y desventuras de este lector científico.
 
“Es importante insistir en esta riqueza de personajes que ha habido en Jalisco, muy vinculados con la ciencia y la tecnología; parece que dentro de nuestra historia local y regional no había gente interesada por la ciencia, porque siempre que hablamos de Jalisco no aparece ninguna científica o científico”, consideró Nepote.
 
 
 
 
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“2023, Año del fomento a la formación integral con una Red de Centros y Sistemas Multitemáticos”
Guadalajara, Jalisco, 22 de junio de 2023
 
Texto: Pablo Miranda Ramírez
Fotografía: Iván Lara González