Hay auge turístico en Puerto Vallarta, pero también aumento de la desigualdad
El auge del turismo en Puerto Vallarta ha impulsado a la economía local, pero también ha profundizado la desigualdad; mientras crecen los desarrollos inmobiliarios, hoteles, restaurantes y servicios exclusivos en la costa, en la periferia se asienta la población en territorios irregulares sin acceso a agua potable, electricidad y servicios como internet.
La profesora del Departamento de Estudios Regionales-INESER, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) de la UdeG, doctora María Amparo del Carmen Venegas Herrera, explicó que la segregación del espacio es un fenómeno que ocurre en las ciudades.
“Los aspectos físicos y geográficos dan forma a las ciudades y la van segregando; el espacio se conforma por niveles políticos y sociales; hay lugares para obreros, sacerdotes, científicos, es decir, la ocupación segrega o fragmenta las ciudades”, explicó.
La vocación de las ciudades, sea industrial, minera, comercial o turística, le da características las especiales que impulsan el desarrollo y, al mismo tiempo, la diferencian, como el caso de Puerto Vallarta.
A lo largo de la costa, desde la década de los años sesenta el desarrollo urbano se concentró en la cabecera municipal, conocida actualmente como “Zona Romántica”; dicho espacio cubre varios kilómetros de sur a norte hasta alcanzar la frontera con Nayarit, con desarrollos hoteleros nacionales y extranjeros.
“Los desarrollos turísticos no sólo los segregan, también los fragmentan, es decir, a lo largo de la ciudad hay dos bloques de desarrollo que nos dice cuán fragmentada está la ciudad”, explicó Venegas Herrera.
Esa línea está presente en las colonias de la zona Oriente del puerto que, como en los desarrollos hoteleros, la opulencia tiene su contraste con las zonas segregadas. “Estas zonas están cerca de las laderas de los cerros, en terrenos ejidales o sin permisos, son irregulares, donde la gente encontró un lugar para vivir y, al mismo tiempo, estar cerca de su empleo”, describió la investigadora.
Entre las causas de los efectos del turismo está la falta de planeación, de organización de las ciudades y la corrupción de los gobiernos. “La relación entre la corrupción, la forma en cómo se gobierna y la construcción de las políticas públicas nos lleva a este tipo de segregaciones, que es un patrón notorio en las zonas turísticas de México”, detalló.
La falta de planeación impacta a la calidad de vida de las personas residentes desde hace generaciones y quienes migran para ganarse la vida con la derrama de empleo.
“En este sentido, el beneficio directo del trabajo es el dinero; lo negativo es que los habitantes de las zonas segregadas quedan fuera del desarrollo de la ciudad”, explicó.
Así, los residentes no tienen acceso a derechos básicos como los hay en las zonas turísticas, tales como calles en buen estado, agua potable, servicio de internet y de salud, escuelas, entre otros.
En 2020 las zonas segregadas de la ciudad concentraban 141 mil 566 habitantes, equivalentes a 51.03 por ciento de la población total de 277 mil 440, esto de acuerdo con un estudio de la investigadora Venegas Herrera.
“La segregación socioespacial en Puerto Vallarta ha aumentado por el efecto de las oportunidades que brinda el turismo como el empleo, las propinas y los pagos en dólares; sin embargo, continúan las condiciones de segregación de los lugares donde viven estas personas”, concluyó la especialista.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 15 de abril de 2025
Texto: Adrián Montiel González
Fotografía: Cortesía Internet
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