Construir el conocimiento en diálogo, la apuesta por la horizontalidad de Sarah Corona Berkin
Más que una verdad impuesta, el conocimiento puede surgir del intercambio entre personas con distintos saberes y experiencias. Por medio de la palabra, el arte, los mitos y la cultura se generan nuevas formas de entender el mundo, transformando la identidad, el diálogo y las relaciones sociales.
Así lo explicó la Directora del Centro María Sibylla Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados en Humanidades y Ciencias Sociales (CALAS), doctora Sarah Corona Berkin, en la conferencia magistral “La horizontalidad: un giro de paradigma en la investigación”, en la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar.
Comparó nuestro aprendizaje diario como una pecera repleta de información que sólo abre el apetito para consumir nuevos datos; sin embargo, cuestionó que no hay suficientes preguntas ni “cómos” para responderlas, sobre todo en temas cruciales que afectan a nuestra sociedad.
“Las respuestas a la exclusión social, al racismo, al deterioro ambiental, a la violencia incorporada, a la desigualdad desmedida, ¿dónde están? La producción horizontal del conocimiento de eso se trata, de hacer nuevas preguntas de formas diferentes con otros que no están en la academia y que saben cosas, con disciplinas académicas afines y no tan afines”, subrayó.
Explicó que la ruta para formular la metodología de la horizontalidad del conocimiento surgió en 1997 cuando trabajó en San Miguel Huaixtita, una comunidad wixaritari. Ahí cuestionó conceptos tradicionales del quehacer científico como la objetividad, la verdad y el rol del investigador presentes en protocolos académicos, proyectos de financiamiento y políticas públicas.
“Allá recibí mi primera lección para crear conocimiento en horizontalidad, la reciprocidad, que a diferencia de la devolución presente en los resultados finales de investigación, construye en colectivo durante las pesquisas y no se devuelve al mismo participante, sino a otros”.
Corona Berkin evidenció el “rubor caliente en la cara, una mezcla de vergüenza y de inutilidad profesional”, durante la primera vez que formuló su hallazgo. Ahora, y tras una trayectoria fructífera, sabe que su enfoque es colectivo y encuentra respuestas con lo que la academia abandona.
“Sé que un giro epistemológico no es una revolución científica, pero tiene otra invaluable función, es creativa y preventiva porque afronta lo antes no escuchado y no resuelto, y construye respuestas a las preguntas colectivas”, recalcó.
El historiador de la Universidad Nacional de Córdoba y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), doctor Mario Rufer, dijo que uno de los principales atributos de la doctora Corona Berkin es su curiosidad y su búsqueda por los detalles del lenguaje y las maneras del decir que toma del arte, el cine, la fotografía o el cuento infantil, y donde prevalece el diálogo.
“La obra de la doctora Sara es ya una tradición porque bucea en aquello que nos perfila como sociedad desde los lugares menos evidentes y menos declarativos; por eso le interesa tanto, creo, poner el acento en el diálogo”, describió Rufer.
Él ha atestiguado cómo ha crecido la obra y pensamiento de Corona Berkin sobre la horizontalidad como perspectiva, método de trabajo y crítica a la epistemología. “Pero también como ejercicio cotidiano en el aula y fuera de ella, como políticas públicas, compromiso ético con la verdad y con un sentido de justicia”, concluyó.
La Directora de la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar, doctora Dulce María Zuñiga, dio la bienvenida a este espacio de reflexión fundado por los escritores Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 20 de marzo de 2025
Texto: Adrián Montiel González
Fotografía: Iván Lara González
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