A lo largo del tiempo, las prácticas de lectura y escritura han estado intrínsecamente ligadas a procesos civilizatorios de gran envergadura. Los rituales, cánones, dispositivos, procesos de apropiación, lo mismo que las dinámicas que las influencian y tienden a modelarlas, conforman un objeto de estudio que aporta a la comprensión de proyectos culturales de sociedades enteras. Dada su complejidad, su análisis precisa para su desarrollo, perspectivas teóricas interdisciplinares y de marcos metodológicos diversos.