Guillermo del Toro guía recorridos “En casa con mis monstruos”
Los ojos son el eje central de la muestra “En casa con mis monstruos”, ya que representan la manera en que vemos el mundo. Por ello, el primer pasillo de esta muestra del Museo de las Artes (MUSA) está repleto de globos oculares de criaturas, que observan y escudriñan a los visitantes y que dan paso a mil 800 metros cuadrados de objetos que explican el génesis y desarrollo de la cultura visual de Guillermo del Toro.
“El cómo miramos las cosas es lo que da un peso en específico a nuestras narrativas. Las historias que nos contamos de nosotros, de nuestro país, destino, ideología e identidad, todo eso existe en un fenómeno creativo”, dijo el director.
La mañana de este lunes, Del Toro fue el expositor de su propia muesta, ante un grupo de visitantes conformado por niños, niñas y adultos; todos lo escucharon con atención cuando daba explicación sobre los objetos más significativos y que han sido parte del proceso creativo del director tapatío.
¿De dónde viene la inspiración para crear? La respuesta es: de todas partes. En el caso de este cineasta, el origen de ésta fue en la colonia Americana de Guadalajara, donde vivió con su abuela durante su infancia.
“La exposición es importante, porque en cuatro cuadras a la redonda de aquí (El MUSA) fue donde ocurrió toda mi infancia. Yo viví en López Cotilla 1030 y en Pedro Moreno, esquina Robles Gil. Yo iba al Expiatorio, al Colegio Unión y pasaba todas las mañanas por aquí, enfrente del Paraninfo, para visitar a la aguilita que está en el asta bandera”, contó a los visintantes.
En esta sesión, Del Toro dio cátedra de los contextos históricos, técnicos, estéticos, mitológicos y más, de las obras que conforman las salas: cómo fue que Walt Disney revitalizó sus dibujos animados con colores más vivos tras visitar México; cómo se hacían las animaciones en la primera mitad del siglo XXI; cuál fue el origen e impacto de la huelga en los Estudios Disney; curiosidades de los mensajes ocultos en las obras de Julio Ruelas y mucho más.
Para Del Toro, todo su trabajo no sólo remite a contextos culturales importantísimos, también son una forma de resistencia ante lo que nos vulnera como seres humanos.
“La cultura es identidad, no es un lujo; quien lo ve así, comete el error de pensar que no se necesita un espejo. La cultura es lo que tiene que resistir a la importación y tenemos que conservarla”, externó.
Obras literarias de jaliscienses, como las de Juan Rulfo y Agustín Yáñez, o pictóricas como las de José Clemente Orozco, han sido inspiración para la creación de sus películas; en la que, por cierto, existen guiños que tal vez muchos no conozcan.
“Si ustedes ven ‘El espinazo del diablo’, pues será España, pero en realidad son las playas de la Laguna de Sayula; será la Guerra Civil Española, pero es la Revolución Mexicana; eso es innegable. Algún día me gustaría volver a México y hacer una película que concibiera la atmósfera de los ejercicios de encierro de Agustín Yáñez en ‘Al filo del agua’, que es profundamente espesa, muy de provincia”, dijo a los presentes.
La misión del creador fílmico ha sido llevar el folclor e identidad mexicana a historias que aparentemente no tendrían que ver nuestro país, como lo hizo con los monstruos de “Titanes del Pacífico”, que en realidad son alebrijes, o con uno de los fantasmas de “La cumbre escarlata”, que está inspirado en La Catrina de José Guadalupe Posada.
“Como mexicano, me gustan mucho los altares y todas mis películas son altares a ciertas cosas específicas”, recalcó.
Esta exhibición está conformada por nueve salas: “Infancia e inocencia”, “Cuarto de lluvia”, “Victoriana”, “Magia y ocultismo”, “Cine, comics y pop”, “Frankenstein” y “Los otros / nosotros / los monstruos” y “Muerte y más allá”, todas con un componente audiovisual y un paisaje sonoro que generan atmósferas especiales.
En casa con mis monstruos cuenta con la curaduría del director de arte Eugenio Caballero, quien a la par de Del Toro también realizó un recorrido guiado a otro grupo de visitantes este lunes por la mañana.
Storyboards, obras de arte de grandes pintores mexicanos, esculturas de sus personajes, libros, vestuarios, utilería de las películas, cómics, juguetes, videos, muebles, piezas únicas e invaluables y mucho más integran la exhibición.
“La gente está muy contenta con lo que hicimos, leemos la réplica de la gente que viene por medio de Twitter, escuchamos lo que funciona o no, lo que se puede remediar, se remedia. Estamos planeando un sistema para que al final de la exposición, en el que la gente que ya haya venido un par de veces pueda visitarla sin guía o al menos con una estructura más laxa”, indicó.
Se trata de una experiencia única en su tipo que no se volverá a repetir; por lo que invita al público a que no se la pierda, pues será el 27 de octubre el día que concluya.
Sobre las obras que integran a su colección personal, dijo, le interesa que sean expuestas de forma permanente en otros museos, de los cuales ya tiene tres en la mira y con los que ya se están teniendo charlas sobre esta posibilidad.
Del Toro recordó que aún están trabajando en la consolidación del Taller de Chucho, que fungirá como escuela para animadores mexicanos y que próximamente estará involucrado en la filmación de una parte de la película “Pinocho”, en Guadalajara.
Sobre la posibilidad de que el sinfónico de En casa con mis monstruos llegue a otras ciudades de la República, indicó que eso sería algo muy bueno e importante. “Lo ideal que se siga haciendo de manera gratuita”, dijo.
Para conocer más sobre la muestra, horarios y costos, se puede ingresar a https://encasaconmismonstruos.com/
Atentamente
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 29 de julio de 2019
Texto: Iván Serrano Jauregui
Fotografía: David Valdovinos
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