Carlos Payán Velver

Realizó sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); ya como egresado de esta Casa de Estudios, entre los primeros trabajos que desempeñó está el haber sido investigador del Patronato de la Historia de la Revolución Mexicana. Un primer antecedente en su contacto con los medios de comunicación lo constituye su paso por El Machete, órgano informativo del Partido Comunista Mexicano (PCM).

Años después se interesa en definitiva por el mundo del periodismo y llega a desempeñar la responsabilidad de subdirector del periódico unomásuno, del que también fue fundador al lado de Manuel Becerra Acosta, quien fue el director del diario. Al proyecto se sumó Miguel Ángel Granados Chapa, experimentado y reconocido columnista que procedía del periódico Excélsior con su prestigiada “Plaza Pública”.

El unomásuno le dio a Carlos Payán el espacio y la posibilidad de mostrar sus dotes de conductor y armonizador de proyectos. Lo cierto es que el unomásuno fue un espacio de crítica y objetividad periodística luego del desmantelamiento de Excélsior, realizado por el gobierno del entonces presidente Echeverría. Así, se convertiría en la obligada lectura de estudiantes, políticos, artistas y luchadores sociales. Mucho se le debe al talento de Carlos Payán, quien se mantuvo en su cargo de noviembre de 1977 a diciembre de 1983.

Otro proyecto periodístico de gran significación para el país lo es el diario La Jornada, del que Carlos Payán fue fundador y director general del 19 de septiembre de 1984, hasta el 5 de junio de 1996. La Jornada constituye el proyecto de información valiente y crítico que México ha tenido de manera continuada en las últimas casi tres décadas; por este diario han pasado las plumas más reconocidas en este ámbito, tanto nacionales como muchos comentaristas, articulistas y columnistas de otras latitudes.

La rica e intensa vida de Carlos Payán Velver le ha dejado tiempo aún para una multifacética y formidable cantidad de actividades, siempre a favor de abrir los espacios democráticos en México, velando por los derechos humanos, por la defensa de nuestros legados culturales e históricos, y por un uso responsable y crítico de los medios, siempre procurando la difusión de la verdad con perseverancia y patriotismo. Ahora reconocemos su valiosa contribución a nuestra sociedad mexicana y al país en general, a través de sus aportaciones al derecho a la información; por su decidido esfuerzo a favor de los derechos humanos y políticos de los ciudadanos; y por haber dedicado su vida, hasta hoy, a las causas más nobles de nuestro proyecto histórico de nación como la soberanía, la pluralidad y la equidad.