Dolores Heredia y el oficio de actuar entre maravillas y rudezas
La actuación es un escaparate para convertirse en alguien incandescente o en alguien que fluye por las ideas que lo transforman en otra persona, para así contar emociones que, tal vez, de otra forma no se podría; esto lo consideró la actriz Dolores Heredia en su paso por la edición 40 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).
La actriz, originaria de La Paz, Baja California, llegó al FICG para presentar el libro Dolores Heredia, un ratito de vida es vida, en el que se relatan episodios de su vida como intérprete en las pantallas chicas y grandes.
“Es un oficio que tiene sus rudezas, pero también tiene sus maravillas. Siempre lo he dicho, y lo voy a estar diciendo, es una joya el que uno, a través de este trabajo, vive más. Vivimos más, nos asomamos a vidas que no teníamos idea de que existían o podían existir”, dijo la actriz durante la presentación en el Conjunto Santander de Artes Escénicas (CSAE).
En el libro, de Roberto Fiesco Trejo, se relata, a lo largo de 14 capítulos, algunos de los pasajes relevantes en la vida de la actriz, desde sus inicios en el teatro como una forma de vida y el crecimiento profesional que la llevó a ser recordada por sus interpretaciones en Santitos, Capadocia y Pedro Páramo.
Además, esta obra lleva en el título una de las frases más recurrente de la actriz, “un ratito de vida es vida”, la cual consideró como su mantra.
En su juventud, por la mente de la actriz desfilaron otras vocaciones, como corresponsal de guerra o escritora; sin embargo, eligió la actuación, la cual siguió perfeccionando desde sus primeras apariciones en el teatro hasta alcanzar una trayectoria con decenas de películas.
“A lo mejor, con una vida normal en Baja California no me habría tocado experimentar, y eso me ha ayudado mucho a ser un poco más paciente conmigo y con los otros; me ha ayudado a ser más curiosa, me ha hecho ser más corresponsable con mi tiempo, ese tiempo que me ha tocado vivir y en el que estoy parada en este momento”, indicó.
Dolores Heredia compartió que la cámara ha sido una constante en su vida desde la secundaria, cuando aprendió la técnica para su uso, para luego convertirla en una herramienta que la acompañaría en su carrera, ayudándola a conocerse a sí misma.
Desde su punto de vista, las cámaras no han ayudado a mostrarla hacia el público, sino que ha sido una herramienta para demostrar aquello que le emociona por dentro.
“La relación con la cámara ha sido una constante en mi vida, siento un placer, un placer muy extraño que no tiene que ver con la vanidad, sino que tiene que ver con el conocimiento de uno mismo y con una manera de verse a sí mismo”, compartió.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 8 de junio de 2025
Texto: Pablo Miranda Ramírez
Fotografía: Gustavo Alfonzo
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