Sexo entre organismos, función vital para mantener la diversidad biológica
El sexo entre organismos es una ventaja que tienen frente a otros individuos y que, además de ser una vía para la reproducción de especies, también representa la principal forma de mantener y enriquecer la biodiversidad en la naturaleza.
Esta riqueza en la biodiversidad no habría sido posible sin que las diferentes especies se reprodujeran a través del sexo, lo que también promueve el intercambio de características entre individuos, coincidieron especialistas de la Biología durante la charla Sexo Salvaje, como parte del programa de FIL Ciencia.
En este encuentro, la bióloga y divulgadora de ciencia María Emilia Beyer, y el biólogo Constantino Macías, reflexionaron ante las funciones del sexo en la naturaleza y la manera en la que diferentes especies buscan los encuentros sexuales.
“El sexo es el motor de la diversidad biológica, el sexo se promueve porque precisamente implementa la diversidad, y eso es una manera de poner las apuestas en diferentes bolsas, de manera que, si una falla, la otra gana, o por lo menos no pierde”, refirió Macías.
El especialista destacó que la reproducción sexual entre organismos es el resultado de miles de años de evolución, y es posible observar que para consolidar los encuentros sexuales, las especies han desarrollado mecanismos para encontrar otros individuos con quienes reproducirse.
Señaló el caso de los insectos, que usan procedimientos químicos para buscar con quien reproducirse, y la manera en la que el olor juega un papel fundamental en ese proceso.
Por otra parte, mencionó que en el caso de los humanos, el olfato no es uno de sus principales sentidos, por lo que los cortejos en los que se emplean los olores no suelen ser los métodos para atraer parejas, y en su lugar, es más común las rutinas visuales, como las que usan las aves.
“La comunicación química es un poderoso medio de información, se emite cuando las condiciones son correctas, desaparece cuando ya no se quiere enviar; tiene algunas ventajas respecto a las señales visuales”, comparó.
María Emilia Beyer mencionó el caso en el que las especies no son virtuosas con sus cortejos y recurren a distintos “trucos” para ser exitosos en encontrar pareja para reproducirse.
Constantino Macías aseveró que esa técnica puede ser considerada otra de las funciones que emplean las especies para poder atraer a una potencial pareja reproductiva y así preservar sus genes para pasarlos a la siguiente generación de individuos.
Sin embargo, las características que las especies pueden usar para sus cortejos también se pueden convertir en una forma para atraer depredadores en entornos donde la discreción es fundamental para sobrevivir.
“Esta relación entre atraer depredadores o atraer parejas es lo que muchas veces trae un balance en las poblaciones naturales, entonces cortejar es peligroso, cortejar es arriesgar”, precisó Macías.
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“30 Años de la Autonomía de la Universidad de Guadalajara y de su organización en Red”
Guadalajara, Jalisco, 1 de diciembre de 2024
Texto: Pablo Miranda Ramírez
Fotografía: Adriana González
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