Positivas las acciones de AMLO para proteger la selva Lacandona y el Río Verde
El conflicto sobre la deforestación en Chiapas se debe resolver respetando los derechos del pueblo Lacandón y priorizar que se detenga la deforestación actual en lo que pudiera llamarse “la Amazonia mexicana”, manifestó el doctor Eduardo Santana Castellón, catedrático de la Universidad de Guadalajara, ponente en la sesión “Cambio Climático y Urgencias para la Acción” del MX Conference en el Kennedy School of government de la Universidad de Harvard.
El MX Conference es organizado anualmente por la Asociación Mexicana de Alumnos de la Universidad de Harvard (HUMAS) con apoyo del Consulado Mexicano y otras instancias.
Este año también participaron Ricardo Peralta, Subsecretario de Gobernación de México; Martha Bárcena, embajadora de México ante los EUA; Yalitza Aparicio, actriz mexicana, nominada al Premio Oscar; José Antonio Meade, exsecretario de Hacienda y excandidato a la presidencia de México; Fernando González, Director General de CEMEX, y Alejandro Valenzuela, director general de Banco Azteca, entre otros conferencistas.
El doctor Santana planteó que fue positivo que el Presidente Andrés Manuel López Obrador haya detenido el proceso de modificar la Reserva de la Biosfera Montes Azules para crear un esquema de protección biocultural.
“El enfoque de conservación biocultural es valioso y lo hemos promovido investigadores de la Universidad de Guadalajara desde hace varias décadas, en casos como los de la Sierra de Manantlán y para la región sagrada de Wirikuta, en el desierto de San Luis Potosí donde el territorio y las costumbres de los pueblos Nahuas y Wixárika (Huichol) están siendo afectadas por mineros, ganaderos, empresas agrícolas y talamontes. Sin embargo, el planteamiento de reserva biocultural no es una propuesta adecuada para la gestión por las etnias tzeltal y chol del territorio Lacandón, precisamente porque afecta negativamente los derechos bioculturales de la etnia Lacandona, que son los habitantes originarios del bosque que lleva su nombre”.
Subrayó que esto llevaría a la destrucción del último reducto de un ecosistema que se le puede concebir como Amazonia mexicana, que protege una cuarta parte de la biodiversidad terrestre de México, incluyendo casi la mitad de las aves del país, y cuya disminución seguramente agravaría los problemas de inundaciones en Tabasco, ya que les provee agua a los ríos Usumacinta y Grijalva.
“Más bien, se deben perfeccionar la gestión de la Reserva de la Biósfera Montes Azules y apoyar las estaciones de investigación como Chajul, así como trabajar conjuntamente con los Lacandones para la protección de la selva, subrayó.
Simultáneamente, agregó, se deben impulsar proyectos de reforestación con las etnias tzeltal y chol en los terrenos a los que fueron desplazados y que ellos se vieron necesitados a deforestar.
El doctor Santana, quien ha participado en crear diversos esquemas de gestión de áreas naturales protegidas en México como el Parque Nacional Revillagigedo, la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, el Órgano Público Descentralizado Bosque La Primavera, y la Formación Natural de Interés Estatal Barrancas de los Ríos Santiago y Verde, mencionó que “dado el acelerado problema de destrucción de áreas naturales en México, el cambio de designación de categorías de protección solo debe ocurrir si las nuevas regulaciones son más estrictas y con posibilidad real de ser implementadas. No se debe transformar una categoría para hacerla más laxa, especialmente en regiones como en Chiapas donde las tendencias son de mayor destrucción ambiental”.
El modelo biocultural aplica en Wirikuta con los Wixáritari, pero en la Reserva Montes Azules solo aplicaría con la participación exclusiva de los Lacandones, y no con las etnias que fueron desplazadas de otras tierras y que lamentablemente han tenido que destruir la selva tropical, compartió.
Agregó que el modelo de reserva de la biosfera además de mantener los servicios ambientales, también ofrece opciones de desarrollo para las poblaciones pobres y marginadas del país que habita en las áreas protegidas y sus inmediaciones.”
El doctor Santana también consideró positivo y prudente que el Presidente Andrés Manuel López Obrador y el Secretario Víctor Toledo hayan pausado, para promover un diálogo social y análisis más profundo sobre la construcción de la presa de El Zapotillo en el Rio Verde en Jalisco, que se construye para trasvasar agua al Estado de Guanajuato.
“El que se realice o no la transferencia de agua a Guanajuato puede hacer peligrar el Lago de Chapala, el más grande de México, el tercero en tamaño en América Latina y Sitio Ramsar de valor internacional para la conservación de la naturaleza. Por este motivo, se requiere realizar una consulta libre, previa e informada con las etnias Coca y Wixárika, que tienen territorio y sitios sagrados en el Lago, y analizar la problemática de forma integral en las cuencas de los Ríos Verde y Lerma, que incluye el saneamiento del contaminado Río Santiago”, destacó.
Finamente, alertó que la disminución de presupuesto durante la actual administración sigue un patrón similar de debilitamiento del sector ambiental que ya venía ocurriendo durante el sexenio de Peña Nieto, y que, “…si bien hay que considerar que la gestión de López Obrador y Víctor Toledo apenas van empezando, en su segundo año de administración, es importante ver aumentos al presupuesto de la SEMARNAT, la CONANP, la CONAFOR, la CONAGUA y la CONABIO, así como demostrar el compromiso con la reducción de gases efecto invernadero, la conservación de la biodiversidad y la generación de energías renovables. El éxito de ellos en lograr esto será un éxito para todo el país.”
Atentamente
“Piensa y Trabaja”
“Año de la Transición Energética en la Universidad de Guadalajara”
Guadalajara, Jalisco, 3 de febrero de 2020
Texto: Prensa UdeG
Fotografía: Cortesía
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