Mexicanas que inician su sexualidad a los 18 años suelen adoptar métodos anticonceptivos diez años después

Algunos piensan que por tener una sola relación sexual no va a ocurrir un embarazo

Los jóvenes mexicanos conocen los métodos anticonceptivos, como consecuencia de la educación sexual en secundaria, preparatoria y a nivel superior. El problema es que muchos no los utilizan afirmó la doctora Irma Maricela Quintero Estrella, médico adscrito a la unidad de medicina materno fetal de la unidad Juan I. Menchaca del Hospital Civil de Guadalajara (HCG) y profesora de Medicina sexual, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).
 
Un cincuenta por ciento de la población femenina de México inicia su vida sexual alrededor de los dieciocho años, en promedio, pero toman conciencia de que tienen que usar métodos anticonceptivos hasta diez años después, dijo en entrevista con motivo del día nacional para la prevención del embarazo no planificado en adolescentes, que tendrá lugar el 26 de septiembre.
 
Quintero Estrella añadió que el 25 por ciento de las jóvenes mexicanas está iniciando su vida sexual de los 15 a 16 años. En ese grupo están incluidas muchas de las adolescentes que presentan embarazos complicados.
 
 Existe la posibilidad de que las jóvenes que tienen hijos a esas edades tan  tempranas no usen después métodos anticonceptivos, y tenga un segundo hijo antes de dos años, añadió.
“Entonces tenemos madres muy jóvenes, con cambios drásticos en sus proyectos de vida. Lo que prolonga la pobreza en el país”, agregó que el 33.4 por ciento de los embarazos en México no son planeados.
 
Más del 52 por ciento de los embarazos ocurren por la falta de un método anticonceptivo, y el 42 por ciento fueron consecuencia de un mal uso o no tuvieron una continuidad adecuada de un método anticonceptivo.
 
Destacó que desde secundaria hasta nivel universitario se explica a los jóvenes en qué consisten los métodos anticonceptivos, pero hay muchos que no han tomado conciencia de la posibilidad de correr riesgos, como el embarazo no deseado.
 
Algunos piensan que por tener una sola relación sexual no va a ocurrir un embarazo, cuando basta con una sola para correr el riesgo, destacó.
 
Resaltó la importancia de que la población joven tenga acceso a métodos anticonceptivos fáciles de entender, con eficacia alta, accesibles económicamente y que haya  una buena consejería sobre los mismos, y esto como resultado del trabajo del sector salud y en la educación.
 
Métodos anticonceptivos
La especialista destacó que hay mujeres que usan métodos naturales como el coito interrumpido o el Ritmo para evitar o espaciar embarazos, cuando éstos tienen una tasa de fracaso alta que oscila entre el 25 y 30 por ciento, y hasta más alta dependiendo en cómo se haga uso del mismo. La eficacia promedio se ubica entre el 70 y 75 por ciento.
El condón tiene una tasa de eficacia arriba del noventa por ciento, con la ventaja adicional de que protege además contra enfermedades o infecciones de trasmisión sexual.
 
Los que tienen una eficacia más alto son los hormonales (la píldora, el anillo y parche) y los nuevos anticonceptivos reversibles de larga duración tienen una eficacia por arriba del 99 por ciento. Es decir la tasa de fracaso es menor al uno por ciento.
 
Los de larga duración incluyen el Sistema intrauterino de Liberación Prolongada, es un dispositivo que se coloca en el útero y libera pequeñas dosis de progesterona en un periodo máximo de cinco años.
 
Otro es el implante anticonceptivo, que se coloca debajo de la piel en el área de brazo, y tiene una liberación prolongada de progesterona en un periodo de tres años. “Es importante aclarar que entre catorce y veintiún días después de haber retirado el implante, la paciente recuperará sus ciclos ovulatorios normales”.
 
Desmintió la creencia de que los anticonceptivos esterilizan a la mujer. Los anticonceptivos evitan los embarazos con microdosis, adecuada al funcionamiento del organismo. Si tienen dificultades para concebir de manera posterior es por una causa ajena ignorada por la paciente.
 
Explicó que en los años 70 y 80 del siglo pasado las dosis anticonceptivas eran más altas, y a partir de 1998 hubo un consenso mundial de metodología anticonceptiva, gracias al cual se redujeron las dosis al mínimo para evitar la ovulación.
 
Destacó la importancia de no automedicarse, y consultar con el especialista para optar por el método anticonceptivo adecuado a cada paciente.
 
 
A t e n t a me n t e
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco,
22 de septiembre de 2019
 
Texto: Martha Eva Loera
Fotografía: Internet