Reivindican la literatura de mujeres barcelonesas en la FIL
Arrinconadas en las estanterías de las librerías y bibliotecas por mucho tiempo, la fuerza de las escritoras de y en Barcelona ha sido reivindicada en los últimos años por su literatura, sus ensayos o su labor periodística, que logró sobrevivir y vengarse del olvido.
Mujeres como Carmelina Sánchez Cutillas, María Beneito, Maria Aurèlia Capmany o Mercè Rodoreda escribieron contra la guerra, el exilio y la censura. Utilizaron la pluma no sólo para crear arte, sino para hablar del aborto, el divorcio, el lesbianismo, la doble moral del matrimonio en plenos años 60 y 70, enfatizó Lourde Toledo, en la charla “Aquellas chicas que rompieron el molde. El legado de las escritoras catalanas”, realizada en el Pabellón de Barcelona, ciudad invitada de honor a la edición 39 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
Redoreda, nacida en Barcelona en 1908 y fallecida en Girona en 1983, una de las más influyentes de la literatura catalana, ejemplifica la ruptura que supuso la Guerra Civil española en la década de los años 30, afirmó la escritora Núria Cadenes.
La autora de La plaza del Diamante tuvo una existencia marcada por la huida, pasó de la efervescencia cultural de la Barcelona republicana de inicios de los años 30 a escapar del franquismo y luego de los nazis en Francia, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, para instalarse al fin en Ginebra, Suiza, donde vivió en el exilio por cerca de 30 años.
Rodoreda transformó su dolor y los “años inútiles” en obras maestras que retratan la Barcelona gris y devastada de la posguerra. Su narrativa dialoga con la de otras escritoras europeas como Elsa Morante y Natalia Ginzburg, compartiendo la crónica de los perdedores y la desolación que significó ver a una Europa en ruinas.
Cadenes agregó que Rodoreda supo sacar de su exilio lo mejor de su literatura, como lo hizo ver en muchas de sus cartas.
“Escribe a su amiga, ‘sobre todo quiero escribir, necesito escribir. Me pesan todos estos años inútiles, desmoralizadores, pero me vengaré’. Y ahí está la Rodoreda diciendo, pero me vengaré, los haré útiles, estimulantes, para que mis enemigos tiemblen. A la más pequeña ocasión volveré. Y lo hizo”, dijo.
Citando al ensayista Joan Fuster, las ponentes señalaron que la literatura para estas mujeres fue, además de todo, “una forma de venganza”. Y décadas después lograron hacerlo, pues en los años recientes su legado ha sido rescatado y reivindicado desde las políticas públicas y los esfuerzos de editoriales y organismos culturales.
“Es una labor que ya se había hecho en el norte (de España) anteriormente, un trabajo de investigación y recuperación de estas voces de escritoras, y además en catalán. Ellas tuvieron que sumar esfuerzo sobre esfuerzo, porque ser mujer y escribir era visto como algo malo; porque somos siempre peligrosas cuando escribimos, y ellas superaron estas trabas, superaron las trabas económicas, porque eran de clase trabajadora y muchas de ellas, en medio de la prohibición absoluta y negación de la lengua propia, tuvieron que aprender a escribir su lengua en cursos por correspondencia semi clandestinos”, contó Cadenes.
Las ponentes invitaron al público a acercarse a la escritura de mujeres barcelonesas y conocer otra visión del proceso creativo y de formas de habitar el mundo.
Atentamente:
“Piensa y Trabaja”
“1925-2025. Un Siglo de Pensar y Trabajar”
Guadalajara, Jalisco, 30 de noviembre de 2025
Texto: Mariana González-Márquez
Fotografía: Adriana González
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