Libro aborda los “claroscuros” del albergue infantil la gran familia
La gran familia, el albergue en Zamora, Michoacán que fue cateado por la Procuraduría General de la República en 2014, era un lugar de claroscuros que tenía una estructura y reglas rígidas, donde se presentaron casos de violencia, pero al mismo tiempo muchos jóvenes encontraron una opción de salir de una vida en las calles, afirmó el doctor Ricardo Fletes Corona, investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la UdeG.
Fletes Corona, autor del libro La gran familia de Zamora, que será presentado este miércoles en el Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur), afirmó que durante su estancia en ese lugar presenció los castigos físicos que la Directora del albergue, Rosa Verduzco, imponía en ocasiones a los niños con el afán de disciplinarlos.
“Esa institución obedece y tiene muchas de las características que tiene la región Centro Occidente, donde los padres tienen derecho a golpear a los hijos y castigarlos por su bien. Muchas de las cosas que se hacían en ‘La gran familia’ era con el argumento de hacer un bien y por la disciplina de los niños”, aseguró el académico, quien desarrolló esta investigación como parte de su tesis de maestría en el Colegio de Michoacán.
Añadió que el albergue tenía un modelo rígido y cerrado, con una estructura de control en la que Verduzco, conocida como “Mamá Rosa”, era la jefa “como si fuera una generala de un regimiento o una carcelera”, que imponía castigos como lagartijas o sentadillas, y obligaba a los niños a pasar entre una fila, en medio de sus compañeros, para que los patearan o golpearan en la cabeza, e incluso encerrarlos en cuartos alejados de la casa.
Durante las temporadas en las que pudo entrar de manera cotidiana al albergue, Fletes Corona constató que los niños llegaban desde otras localidades de Michoacán, pero eran también remitidos por los sistemas de DIF de Jalisco, Ciudad de México, Puebla, Hidalgo y Veracruz.
“Los DIF estatales eran los abastecedores, por decirles así, de la población que ahí vivía. A ‘Mamá Rosa’ le mandaban a los niños más problemáticos, que eran adictos, que cometían infracciones una y otra vez, o que llegaban del Tutelar. De Ciudad de México, una vez ,me tocó ver que le mandaron en una camioneta a un niño esposado, y lo entregaron ahí catalogado como de ‘alta peligrosidad’. Llegaban sólo con un oficio, era raro que trajeran un expediente psicológico o médico y sin recursos para su manutención. En otra ocasión llegó de Guadalajara un niño de 11 años con la etiqueta de que era sociópata, pero después lo volví a ver y hablaba inglés, estaba en la secundaria, tocaba piano y violín”, explicó.
El también Jefe del Departamento de Desarrollo Social del CUCSH visitó cotidianamente el albergue durante dos temporadas entre 1988 y 1990, pero afirmó que hasta ahora publica el trabajo debido a que Verduzco no quería que se publicara para no darle “elementos” a sus enemigos.
Fletes Corona dijo que no puede asegurar que en el albergue sucedieran abusos sexuales o inhumaciones clandestinas, como la PGR dijo tras la supervisión que realizó, pues en el periodo en el que realizó la investigación no vio hechos de esa naturaleza.
Lo que sí pudo constatar es que “Mamá Rosa” tenía una gran influencia en la región y que logró hacer negociaciones para que tanto autoridades federales como estatales, además de municipales y empresarios, accedieran a sus peticiones. De esta manera es que consiguió que la exentaran del pago de energía eléctrica, servicio de agua o telefónico; que le hicieran donaciones en especie, de comida, o que le permitieran instalar una escuela pública afiliada a la Secretaría de Educación en su propia casa.
El universitario hace énfasis también en lo que este albergue logró en miles de niños que tuvieron la oportunidad de dejar las calles o una vida de abusos familiares mediante la educación y talleres artísticos que ahí les ofrecían.
“Conozco a muchos jóvenes que dicen que no quisieron regresar, pero que saben que estaban metidos en drogas y delincuencia, y hay otros que dicen que si no hubieran caído en ‘La gran familia’ ya no estuvieran vivos. Entonces, sí hay esos blancos y negros, y lo que hace esta tesis es presentar ese panorama”, concluyó.
A T E N T A M E N T E
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 24 de abril de 2018
Texto: Mariana González
Fotografía: Fernanda Velázquez
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