Violencia generalizada y machismo propician aumento de feminicidios
La exacerbada violencia que se enraizó desde hace más de una década en la sociedad mexicana, aunada a una cultura machista, han propiciado un aumento en los feminicidios y, en general, de los casos de agresiones o abusos hacia la población femenina, afirmó el Jefe del Laboratorio de Violencia, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara, doctor David Coronado.
Para el especialista en Sociología, las relaciones sociales cotidianas están basadas en la violencia, tanto en el ámbito doméstico como en el público que, al conjuntarse con aspectos como la marginación, la falta de educación y la discriminación, crean un caldo de cultivo para los feminicidios.
“Por sí mismo, el feminicidio necesita de toda esta red que adquirimos en la educación. La idea de que la mujer es distinta al hombre, que es más débil, o que la noche les pertenece a los hombres y no a la mujer; todo eso es parte de esa educación machista que hemos recibido”, explicó el académico, entrevistado con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra el 25 de noviembre.
De acuerdo con ONU Mujeres, en México al menos seis de cada 10 mujeres mexicanas han enfrentado un incidente de violencia. 41.3 por ciento de ellas ha sido víctima de violencia sexual, y nueve mujeres son asesinadas al día.
En Guadalajara seis de cada 10 mujeres señalaron que han sido miradas con morbo, o que les dijeron piropos ofensivos u obscenos de carácter sexual alguna vez en su vida, mientras recorría el Centro histórico. A 43.9 por ciento de las mujeres le recargaron el cuerpo con intenciones de carácter sexual y a 27.7 por ciento les mostraron los genitales con intención sexual, de acuerdo con un estudio realizado en 2017 por ONU Mujeres y la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.
Coronado afirmó que el feminicidio es “indispensable” en una sociedad con altos índices de machismo como es la mexicana, porque “es una forma de mantenimiento del orden y del poder”, y ejemplificó con el número de gobernadores hombres que hay en el país comparado con el de mujeres que ocupan este tipo de puestos públicos.
Aseguró que el feminicidio afecta a la población masculina como a la femenina, pues algunos hombres homosexuales también pueden ser víctima de este tipo de agresiones.
El universitario explicó que otro de los peligros que acecha a las mujeres es la desaparición forzada, que en los últimos años se ha vuelto una práctica común y en la que están vinculadas redes de trata de blancas y explotación sexual.
Recordó que las mujeres solteras tienen mayor probabilidad de ser privadas de la libertad y asesinadas que quienes están casadas, además de que hay un patrón de fenotipo ligado a este delito.
“Es un dato que revela la red de poder, esa red de orden que confirma el poder que tienen los hombres y que la sociedad es absolutamente machista. Es decir, que para no ser desaparecida tienes que estar en la compañía de un hombre, o debes renunciar a ser una mujer independiente”, aseguró.
Consideró que en Jalisco las estrategias para disminuir y erradicar la violencia hacia la mujer han tenido “poco impacto”, pues el problema real está enraizado en la estructura de la sociedad.
Añadió, por último, que las instituciones públicas municipales y estatales deben de atacar el problema de género desde la jerarquía política institucionalizada, que es la misma que propicia que las mujeres sigan siendo un ente dominado.
A t e n t a me n t e
"Piensa y Trabaja"
Guadalajara, Jalisco, 23 de noviembre de 2018
Texto: Mariana González
Fotografía: Mariana Hernández León
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