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Analizan la pobreza de las mujeres

Funcionaria de la CEPAL destacó el poco reconocimiento social del trabajo doméstico

La conferencia magistral “La pobreza de las mujeres desde la perspectiva de género”, fue impartida la noche de ayer en el Paraninfo de la UdeG por la doctora Sonia Montaño, directora de la División de Asuntos de Género de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
 El evento, que se realiza dentro del proyecto “La transversalización de la perspectiva de género en la Universidad de Guadalajara”, fue presidido por la propia Sonia Montaño, acompañada por la doctora Candelaria Ochoa Ávalos, coordinadora del Centro de Estudios de Género de la UdeG y por el doctor Ignacio Román, profesor del Departamento de Economía, Administración y Finanzas del ITESO, quien se encargó de presentar a la conferencista.
 Ignacio Román señaló que la CEPAL ha sido históricamente un centro fundamental para generar pensamiento propio de la región, ya que no son muchos los espacios en que los latinoamericanos pueden abordar sus problemas comunes, y uno de ellos es que el desarrollo de Latinoamérica se haya visto obstaculizado por la desigualdad social y la profunda discriminación, particularmente hacia las mujeres.
 En su intervención, Sonia Montaño advirtió que la pobreza es parte de múltiples discriminaciones y que debido a las desigualdades estructurales que existen, colocan a hombres y mujeres en espacios públicos y privados diferentes.
 También, refirió la investigadora que se ha “sobrerrepresentado” a las mujeres en las estadísticas de empleo que hablan de una mejor condición para ellas, ya que estos han sido más bien de baja calidad y mal remunerados, además de que aún se sigue considerando “complementario” el trabajo de las mujeres respecto al de los hombres.
 Por otro lado, Sonia Montaño habló de la importancia del trabajo doméstico no remunerado de las mujeres, al que calificó como una “especie de esclavitud cultural”, pues no hay leyes que obliguen a las mujeres a atender la casa, y en tal sentido el mercado y el Estado han logrado la incorporación de la mujer al ámbito laboral, sin tocar la imagen de la “reina del hogar” y la maternidad, pues la sociedad intenta legitimar la explotación de ese trabajo doméstico de las mujeres que no tiene reconocimiento social y que sin embargo redunda en beneficios para las familias que no han sido medidos.
 Sobre lo anterior, Montaño aclaró que puesto que es una práctica cultural, más allá de la responsabilidad de los hombres, se da la de las propias mujeres que siguen repitiendo los mismos paradigmas.
 Así, Sonia Montaño resaltó que la pobreza de las mujeres en América Latina se debe a la falta de oportunidad de acceso al trabajo y en tanto que la proporción de mujeres sin ingresos es mayor a la de los hombres, esto deriva en poca autonomía económica y social.
Guadalajara, Jal., 1 de junio de 2011
Texto: Roberto Estrada
Fotografía: Carlos Márquez
Edición de noticias: Lupita Cárdenas Cuevas

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