Se encuentra usted aquí
27 de noviembre de 1940-Nace Bruce Lee

Bruce Lee: artes marciales, poesía y actuación
Al escuchar el nombre de Bruce Lee, uno imagina golpes, nunchakus (arma tradicional de las artes marciales asiáticas, conformada por dos palos cortos unidos por una cuerda o cadena) moviéndose a una gran velocidad, patadas voladoras y películas de artes marciales. Y es que Bruce Lee fue, quizás, el mayor exponente en el mundo del cine de artes marciales. Sí, tenemos a Jackie Chan, Jet Li, Chuck Norris y más, pero Bruce Lee es alguien diferente que enamoró a millones de personas en el mundo con sus películas y su estilo tan peculiar de pelea.
Pero hablar de Bruce Lee no es solamente hablar del cine de artes marciales, es hablar de superación, de migración y de uno de los personajes más interesantes que nos ha entregado la historia del cine. Un personaje que, a pesar de que falleció hace 46 años, sigue conquistando los corazones de cualquier persona que mira sus películas por primera vez.
Nació en 1940 en San Francisco bajo el nombre de Jun Fan, y recibió el nombre de Bruce de parte de una enfermera, solo que su familia no lo llamó así hasta que fue un adolescente. Creció en Hong Kong, donde a sus 13 años empezó a practicar artes marciales, en específico el famoso estilo “Wing Chun”. Su maestro fue, nada más y nada menos que Ip Man, uno de los exponentes de artes marciales más famosos de toda la historia.
Desafortunadamente Lee tuvo que dejar la escuela de Ip Man debido a que sus compañeros se enteraron de que tenía herencia alemana y le contaron a su maestro, quien tenía la costumbre de no enseñarle esta técnica a los occidentales, pero a Ip Man no le molestó el hecho de que la mamá de Bruce tuviera un poco de sangre alemana, pues respetaba mucho a Lee; sin embargo, Bruce recibió presión de sus compañeros y decidió dejar la escuela.
Eso solo fue un bache en la vida de Bruce, pues siguió entrenándose, buscando películas en las cuales actuar; y antes de cumplir los 18 años, regresa a Estados Unidos con su familia, donde termina su preparatoria y empieza estudios en la Universidad de Washington.
Obviamente Lee no terminó la Universidad porque su verdadero amor eran las artes marciales y no la filosofía o la escuela. Es por ello que crea sus dōjōs (lugar de meditación y práctica de las artes marciales), primero en su querido Seattle y después en Los Ángeles y Oakland.
Las escuelas de artes marciales de Lee funcionaban, pagaban las deudas, eran reconocidas, pero él seguía con la espinita de la actuación, entonces se prueba en Hollywood y de repente llega Kato y El Avispón Verde (1966). Ahí es cuando Lee empieza a ser reconocido en Estados Unidos; el papel de Kato le fue perfecto, era el escenario ideal para mostrar su estilo de pelea, la rapidez de sus puños y su misticismo, pero la serie fue cancelada y Lee no encontraba más suerte.
Lee regresó a sus escuelas de artes marciales, pero salió una oportunidad que le llamó la atención: entrenar actores para escenas de pelea. Así fue como dio clases a Steve McQueen, Sharon Tate, Kareem Abdul Jabar, entre otros, por las que cobraba hasta 300 dólares por sesión; el instructor de pelea más caro de esa época.
Entonces Kato llega a Asia y el boom de Bruce Lee empieza allá, Lee no lo sabía, pero él y su personaje se convierten en un éxito en las televisiones asiáticas, tanto que le contratan para hacer dos películas en Hong Kong: El Gran Jefe (1971) y Puños de Furia (1972), mismas que son un éxito en la taquilla de aquel país, por lo que firma un contrato para una tercer película, la última de su carrera: Operación Dragón (1973), que se estrena después de su muerte, catapultando a Bruce a ser la estrella máxima del cine de artes marciales.
Antes de rodar ese último filme, en 1970, Bruce tenía que recuperarse de una lesión en la espalda, por lo que los doctores le prohibieron entrenar o pelear, algo imposible para él, pero lo tomó con sabiduría y decidió escribir pequeñas notas y pensamientos sobre la vida y las artes marciales.
Después de su recuperación, Bruce quería publicar sus textos, pero entre la película y sus entrenamientos le fue complicado empezar a darle orden a sus notas para su publicación. Fue después de su muerte cuando su viuda, Linda Cadwell, entregó los textos de Lee; textos que fueron ordenados para darle el sentido que actor buscaba: mostrar su visión sobre la vida y las artes marciales. El libro se tituló Tao of Jeet Kune Do (1975), que en español es “El camino del puño interceptado” (el arte marcial que Bruce Lee practicaba y enseñaba en su dōjō).
Bruce falleció en su punto máximo de fama; el actor alcanzó el estrellato mundial, todos querían ser como él, todos los niños lo veían como su máximo superhéroe, una figura de acción que nunca era derrotada. Incluso hoy en día Bruce sigue siendo la máxima figura del cine de acción, el artista marcial que todo niño que empieza a practicar Karate o Kung Fu aspira a ser.
Y podemos hablar de todos los misterios que envolvieron su muerte, las teorías de la supuesta maldición de los varones Lee, pero ¿para qué? Mejor quedémonos con toda su mística, sus frases inolvidables y, por supuesto, sus filmes.
¡Felices 79 años, Bruce!
Referencias bibliográficas:
Polly, M. (2018). Bruce Lee: A Life. Nueva York, Estados Unidos de América: Simon & Schuster Entertainment Weekly.
Créditos:
Texto: Enrique Camarena
Ilustración: Raúl Alejandro Dávila Martínez